Son 29 entidades del país y la Ciudad de México, que vivieron ayer un día sin descanso. Bloqueos carreteros, marchas y plantones en instalaciones de Pemex. En Jalisco, donde unas 3 mil personas salieron a las calles en contra del gasolinazo, las protestas se tornaron más agresivas: se reportaron cinco detenidos y la manifestación fue dispersada con gas lacrimógeno. En Edomex y Chihuahua, los bloqueos a carreteras duraron horas.
Las protestas esbozan un nuevo frente contra Enrique Peña Nieto, que a dos años del fin de su mandato vive sus momentos de más baja popularidad y un reclamo constante: llegó a la Presidencia con promesas muy puntuales, y las mantuvo para lograr, por ejemplo, las reformas estructurales. Pero no las ha cumplido. Y una de esas era combustibles más baratos.
A pesar los reclamos, que vienen desde sectores tan opuestos como las clases populares, los transportistas, los gobernadores, los comerciantes, los activistas o los empresarios, el mandatario mexicano decidió gastarse hasta su último día de vacaciones y no ha dicho una sola palabra.