Dicen que el poder cambia a la gente, otros hablan de que el poder muestra a las personas tal y como son. En México, es muy frecuente que el abuso de poder vaya de la mano de la política. Muchos funcionarios que ejercen cargos públicos de la mayor importancia se ven envueltos en casos de corrupción, fraudes, desfalco de recursos públicos e incluso vínculos con el crimen organizado.
Ese abuso de poder y comportamiento criminal se extiende hasta sus hogares y, en algunas ocasiones, sus hijos replican estas conductas ilícitas.
El caso más reciente es el de Guillermo Padrés Dagnino, hijo del panista Guillermo Padrés Elías, ex Gobernador de Sonora, quien quedó preso el mismo día en que su padre se entregó y a quien el miércoles pasado se le dictó auto de formal prisión por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.