Con un fuerte olor a pizzas bien quemadas, puede surgir hoy por la tarde el nombre del candidato del PAN a la gubernatura del estado.
Y no puede ser del otro modo.
Si no salen con oooooootro rollo dilatorio los santos varones del CEN del PAN, anunciarán muy a su manera que el abanderado sería el empresario Martín Heredia Lizárraga, con todo y que ayer su adversario, Roberto Cruz Castro, intentó descarrilarlo a punta de salivazos mediáticos.
Mucha raza ve que el poder con que se concentran los temas importantes de la vida del panismo en los estados es excesivamente grosero y abusivo.
Y sin la puntería precisa para asuntos tan delicados, como la conducción del proceso electoral en curso, al designar el CEN del Partido Acción Nacional a Renán Alberto Barrera Concha como nuevo presidente de la Comisión Directiva Provisional del PAN en Sinaloa.
Barrera Concha, según nos informaron, llegó a Sinaloa con un amparo de la justicia federal en la bolsa trasera del pantalón.
En su natal Mérida, las autoridades le abrieron un proceso por “el rosario de anomalías cometidas en sus 19 meses de administración como alcalde, donde destacan los millonarios e ilegales negocios de las luminarias y de los 50 mil predios otorgados a la ruta de la empresa SANA, sin licitación de por medio, así como el reciente desvío de 28 millones de pesos para la organización del Carnaval de la ciudad, de cuyo destino se ha negado a informar”, según el portal del regidor Enrique Alfaro Manzanilla.
¿Tiene calidad política y moral el aludido para cuestionar el proceder de los panistas sinaloenses Edgardo Burgos Marentes y de Adolfo Rojo Montoya?