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el Gobierno del Estado destinara 100 millones de pesos para la construcción del relleno sanitario en Mazatlán y por fin clausurar el actual basurón en el puerto.
Sin embargo su ubicación sigue siendo una incógnita, pues la presidenta municipal dijo que revelaría todos los detalles del proyecto hasta febrero, al haber un proceso legal abierto, del cual tampoco precisó de qué se trataba.
De acuerdo a declaraciones del ex alcalde Édgar González Zatarain, la urgencia de contar con un nuevo sitio de disposición final de residuos sólidos se debía a que existía un ordenamiento por parte de un juez para clausurar el actual tiradero a cielo abierto y la fecha límite es para febrero de este año.
También había informado que la Comuna pagó alrededor de 50 millones de pesos como sanción por operar con el basurón fuera de norma desde hace varios años y el riesgo ambiental y salubre que este representaba.
A Palacios Domínguez se le cuestionó si el nuevo aplazamiento para la construcción de este nuevo sitio implicó una nueva sanción económica o qué alcances tenía y nuevamente reiteró que había un proceso legal abierto negándose a brindar más información al respecto.
“Ahorita tenemos un proceso legal abierto por lo cual me reservo esos detalles, pero estaremos en condiciones de informarles más a principios del próximo mes de cómo se llevará a cabo este gran proyecto”, dijo.
“Con lo que es el relleno sanitario vamos a resolver un problema histórico que tenemos aquí en Mazatlán. Nos va a permitir actuar conforme la ley y los reglamentos que se tienen en manera de basura, por fin cerrar el basurero y construir un Mazatlán más sostenible”, agregó.
Para saber
El problema de la disposición final de los residuos sólidos es una herencia incómoda que ha pasado de administración en administración, al no concretarse la compra de un terreno adecuado para la construcción de un relleno sanitario.
Pese a que en marzo del 2024 el Cabildo aprobó un presupuesto de 10 millones de pesos para la adquisición de un predio de 10 hectáreas en el ejido Palmillas, la compra no se concluyó ya que no se garantizó el derecho de vía.
Ante las premuras, se decidió hacer un sitio de disposición final de residuos sólidos “provisional” con vida útil a tres años junto al actual basurón en proceso de clausura, para que la actual administración se diera la tarea de buscar un terreno más grande.
Sin embargo nunca se presentó ante el Cabildo la propuesta para la renta de las hectáreas ni la construcción del nuevo sitio de disposición final de residuos sólidos temporal, por lo que solo se dejó encaminado el proyecto en papel.