Hoy se cumplen 28 años del Trenazo y la herida no cierra.

Mazatlán, Sinaloa.- Para algunos pareciera que fue ayer, pues el dolor sigue rasgando, golpeando y lastimando corazones y otras conciencias.

Todavía hay vecinos que escuchan por las noches los gritos de llanto de decenas de personas quienes quedaron atrapadas entre los fierros del camión urbano de la ruta Jabalíes, que por querer ganarle el paso al tren, se llevó la vida de muchas personas inocentes, varias de las cuales se indica, no se han ido todavía totalmente de este mundo.

A 28 años del que por muchos ha sido el peor accidente en la historia de Mazatlán, este tema resurge cada 31 de Mayo entre los mazatlecos, cobrando vida de nuevo, para trasladarnos al fatal día en que 34 personas perdieron la vida y 14 más lograron sobrevivir, mucho de ellos con secuelas que permanecerán por siempre.

*LA TRAGEDIA*

Aquella noche del 31 de Mayo de 1996, la velocidad, irresponsabilidad e imprudencia de un chófer de transporte urbano, quién circulaba por la avenida Santa Rosa a exceso de velocidad, se dijo vio venir el tren a corta distancia pero optó por ganarle el paso, con el final de todos conocido.

En el camión de la ruta Jabalíes se informó, viajaban 48 personas, en su mayoría estudiantes y trabajadores quienes regresaban por la noche a sus hogares tras realizar sus deberes.

La mezcla del sobrecupo, velocidad, imprudencia y hasta la música a un alto volumen del estéreo del camión, provocaron la mezcla letal de la noche.

El urbano fue arrastrado por el tren que recién había partido de la estación, por más de 200 metros sobre las vías, dejando un reguero de muerte.

Como si se hubiera predestinado, la máquina del gigante de acero, golpeó y embistió exactamente a la mitad del “Colosio Verde”, arrastrándolo consigo, a diferencia de otros hechos similares donde las unidades son aventadas a uno de los costados de la vía.

En ese momento, cientos de pobladores aledaños al sitio así como personal de las distintas corporaciones de auxilio, acudieron al lugar para ayudar en las labores de rescate y muchos de ellos en busca de cerciorarse sobre la salud o integridad del familiar o amigo, los cuales podrían ser parte de los pasajeros.

Tras el rescate de los cuerpos, estos fueron llevados al recinto de la cancha Germán Evers (habilitada como morgue temporal) donde fueron colocados en hilera, a fin de que ahí se realizara la identificación de estos.

Todos los fallecidos fueron indemnizados y los heridos se menciona, fueron atendidos en sus diversos tratamientos.

*LA INVESTIGACIÓN*

Sobre la indagatoria dada a conocer posteriormente por las autoridades de justicia en Sinaloa, se supo que el chófer del camión Juan Carlos Ramírez de los Ángeles, señalado como el principal responsable de la tragedia, declaró ante el agente del Ministerio Público que nunca vio que se acercaba el tren.

La declaración muestra que el chófer indicó que cuando realizaba la última vuelta con alrededor de 15 pasajeros sentados, al llegar a la parte baja de las vías, habría hecho alto y al no percatarse de la presencia del tren, reanudó la marcha con el desenlace conocido.

Por el hecho, Ramírez de los Ángeles fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión, de los cuales sólo cubrió la mitad por presentar buena conducta en el entonces Centro de Readaptación Social (Cereso Mazatlán) o Penal El Castillo y posteriormente quedó en libertad.

De nadie más se supo, habría sido juzgado por dicho accidente.

A lo largo de la vía del tren, familiares de los fallecidos colocaron en los días subsecuentes cruces, que marcaron el caminar de más de 200 metros de la muerte.

De dichas cruces hoy quedan pocas. Unas fueron víctimas del vandalismo, otras más del paso del tiempo, sin embargo hay algo que quedó ahí para siempre, el olor a muerte, los gritos desgarradores por la noche que siguen escuchándose y las imágenes que perduran en la mente de todos aquellos que sobrevivieron a la tragedia y aquellos que pusieron su granito de arena para ayudar.

Tras ese 31 de Mayo, Ferrocarriles Nacionales colocó una caseta de vigilancia en la zona, la cual hasta hoy perdura. También colocó plumas nuevas, un semáforo y topes en la subida a las vías.

*EL RECUERDO*

Como cada 31 de Mayo, este viernes se reunen junto a las vías del tren, familiares de las víctimas mortales y algunos sobrevivientes.

Se espera  la presencia de personas quienes usualmente se sentaban junto a los rieles para recordar a sus seres queridos, pero no pudo, ni podrá jamás, borrar el recuerdo de quienes perdieron al familiar, amigo y conocido, el cual nunca se ha ido y permanecerá por siempre en sus corazones (J.C.A).