La inversión de 4.5 millones de pesos en el monumento a la “Perla del Pacífico” frente al Valentino, en Mazatlán, es un ejemplo elocuente de la falta de prioridades del gobierno municipal.
Esta obra, realizada en administraciones anteriores, continúa siendo un símbolo de la desconexión entre la élite política y las necesidades reales de la comunidad.
Mientras las colonias de Mazatlán se enfrentan diariamente a problemas de infraestructura básica, como las constantes fugas de aguas negras, la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán (JUMAPAM) permanece sumida en la ineficiencia y la falta de atención.
En lugar de abordar estas preocupaciones apremiantes, la administración municipal actual del alcade interino Edgar González, parece más interesada en la apariencia y el prestigio superficial que en el bienestar de sus ciudadanos.
La reciente instalación del venado rojo en la glorieta de la Avenida Carlos Canseco y Paseo del Atlántico ejemplifica esta desconexión, donde se prefiere destinar recursos y atención a proyectos superfluos en lugar de atender las necesidades básicas de la ciudad.
Es imprescindible que el gobierno municipal reenfoque sus prioridades hacia el bienestar y el progreso genuino de Mazatlán.
Los ciudadanos merecen una gestión que responda a sus necesidades reales y que rinda cuentas por el uso responsable de los recursos públicos.