LA LIBERTAD DE INFORMAR ES UN DERECHO FUNDAMENTAL.
Por muchos años y gracias a la profunda complicidad y simulación de autoridades- delincuentes infiltrados en las propias instituciones, la cultura de la denuncia se fue diluyendo al grado de ser considerada tan inútil como pérdida de tiempo proceder al respecto.
de impunidad y los revanchismos generados con la delincuencia gubernamental organizada, protegida, tolerada por encima de la aplicación de la justicia para vivir en un Estado de Derecho, fue incrementando la perdida de fe y la casi total renuncia a reclamar la presencia del imperio de la ley, para darle paso a la cultura; “quién no transa, no avanza”.
Los casos y niveles de este cáncer político, social, empresarial, del servicio público en los tres niveles de gobierno alcanzaron grados escandalosos en estos últimos treinta años.
El cinismo para depredar todo presupuesto y convertir entidades de la república en feudos caciquiles, de simulación democrática, pluralidad embustera y alternancias bufonescas de los mismos para seguir haciendo lo mismo por generaciones, lograron al final consolidar el hartazgo de la ciudadanía que trabaja, paga sus impuestos, lucha por lograr satisfacer sus necesidades básicas con honestidad y al final se vio siempre rebasados ante la desfachatez de una sin clase política.
Los intentos realizados en 1988, no tuvieron la fuerza y conciencia para terminar concretados.
NINGUNA posibilidad de cristalizar un cambio de raíz en la moral republicana y su transformación a fondo será factible, si no se aplican todos los correctivos a esta estela de agravios acumulados que contaminaran todo lo que ahora se pretende construir para una nación con ética en sus servidores, lejos de ser traficantes de influencias, beneficiarios del “moche” o los que aún no se convencen que formar parte de los advenedizos e infiltrados en MORENA o vigentes en sus cargos, estarán libres de rendir cuentas claras, sin escudarse en fueros o separaciones de poderes.
La ilegalidad está fuera de circulación. No tengamos miedo y denunciemos a los corruptos, para salvar a México.