Saliendo adelante frente a todo pronóstico de críticos mal habidos que buscan denostar cualquier acción hasta rayar en lo ridículo, y también sin caer en el juego provocativo y socarrón de la politiquería local, el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil está concluyendo su primer año de gobierno marcando fuerte el sello de la transformación con sentido social en la capital del estado.
Encabezando la vanguardia de una nueva generación política de izquierda, Gámez Mendívil ha sabido atender al pueblo culiacanense y a sus distintos sectores, consolidándose como un buen representante de la cuarta transformación en la región, pues, la consigna también ha sido la atención prioritaria a los sectores más necesitados.
Caso concreto ha sido la campaña de pavimentación y alumbrado público en todo el municipio a un nivel nunca antes visto, pues, tan sólo en el 2023 se han pavimentado más de 300 calles en zonas de alta marginación social con una inversión cercana a los mil millones de pesos y una suma total de 100 kilómetros de pavimento.
Cercano a la gente del pueblo, el alcalde junto a su gabinete se ha mostrado firme en los famosos “diálogos del bienestar”, un programa que ha tenido un éxito rotundo al momento de escuchar y acoger las demandas o necesidades que las personas de las distintas colonias y sindicaturas de Culiacán externan al edil, quien, siempre atento toma nota de lo dicho y da las indicaciones pertinentes para las posteriores soluciones.
A ello se suman las sesiones de “Cabildo abierto” que también se llevan a cabo en las distintas zonas del casco urbano y rural del municipio, en donde se pueden observar el diálogo político que se maneja y la capacidad de consenso que el presidente demuestra para llegar a los mejores acuerdos para el bienestar de Culiacán.
A su vez, se ha ganado la confianza y el reconocimiento del gobernador Rubén Rocha Moya, quien también ha apostado por su proyecto gubernamental y se la ha visto acompañándola en la inauguración de diversas obras con sentido social tal y como lo estipulan los principios de la transformación obradorista a nivel nacional.
El trabajo del joven arquitecto habla por sí mismo, es su mejor carta de presentación, a nadie la cabe duda de que Juan de Dios Gámez Mendívil aún tiene mucho que dar como político en el futuro y que tiene el crédito suficiente para seguir aspirando a más en su carrera, respaldado por el pueblo y sus compañeros en la política.
Mientras tanto, sin descuidar su trabajo, da muestras de que el eje de su administración es seguir sembrando progreso y fortalecimiento para el futuro de los culichis, quienes, han reconocido el cambio que se ha dado en la ciudad, pues se dice que se respiran otros aires y todo apunta para mejor, aunque a muchos les pese y busquen manchar el trabajo honesto de una proeza política como lo es la persona de Gámez Mendívil.