MUJERES INDÍGENAS DERRIBAN EL MURO DEL REZAGO SOCIAL

En México más de tres millones de mujeres indígenas se enfrentan a la pobreza, el hambre y la marginación

 

El éxito de Yalitza Aparicio tras su interpretación en la película Roma (Cuarón, 2018) nos hace recordar a más mujeres sobresalientes en otras áreas, que también son de origen indígena.

 

En México es más difícil destacar si somos de piel oscura, y si hablamos un idioma casi extinto lo es todavía más. Cualquier oportunidad de trabajo o papel en alguna película se ven más distantes para los morenos o de rasgos indígenas. Vale la pena recordar el estudio que hizo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hace dos años, donde se mostró que el rezago educativo es mayor cuando la tonalidad de piel es oscura, las personas con tonalidades de piel más clara tienen porcentajes más altos en los niveles media superior y superior (29.3 a 44.4%).

 

El estudio Módulo de Movilidad Social Intergeneracional aplicado en 2017, indicó que “mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen”. Es el día a día de muchos mexicanos, pero entre ellos destaca el esfuerzo de mujeres como Yalitza, que llegó a la cima por su curiosidad, según relata ella en las entrevistas.

 

El papel de las mujeres indígenas es fundamental, luchan contra la marginación, las carencias de sus pueblos como la falta de educación, la escasa participación y representación en espacios públicos y gubernamentales, luchan contra el hambre al igual que la falta de acceso a servicios de salud. Hay 185 millones de mujeres indígenas en el mundo, quienes forman parte de los 5 mil pueblos indígenas de los que se tiene registro, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En México, existen 7 millones 382 mil 785 personas mayores de tres años que hablan alguna lengua indígena y de las cuales, 3 millones 786 mil 673 son mujeres, y 3 millones 596 mil 112 son hombres.

 

Algunas resaltan por su determinación, hay que recordar el recorrido de María de Jesús Patricio Martínez “Marichuy”, en las pasadas elecciones. Originaria de Tuxpan, buscó su registro como candidata independiente en la contienda por la presidencia de la República y casi lo logra. Este hecho resaltó la participación de los pueblos originarios en las elecciones que cambiaron el rumbo del país.

 

Quien también es merecedora de reconocimiento es la corredora Lorena Ramírez, rarámuri de Chihuahua que llegó al pódium en la Tenerife Bluetrail de 102 kilómetros en España. Junto a ella corren sus hermanos, Juana y Mario, que destacan también en estos ultramaratones donde se reúnen hasta 2400 participantes.

 

En otros rubros destaca Tania Martínez, de origen mixe, ingeniera agrónoma que obtuvo la famosa beca Fulbright, ahora estudia un doctorado en Holanda. Otra mujer originaria de Oaxaca y buscada por miles de turistas pues su sazón es único, es la emprendedora Abigail Mendoza, quien desde hace años deleita con su gastronomía zapoteca en Teotitlán del Valle.

 

Y la organización de Mujeres Indígenas por la Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales (Ciarena) de Oaxaca, que obtuvieron el XXV Premio Bartolomé de las Casas que otorga el Ministerio español de Exterior y Cooperación y la Casa de América. Este grupo se dedica a promover y fortalecer los saberes tradicionales, así como a la defensa de la tierra y el territorio, enfrentándose a tres tipos de discriminación: ser indígenas, ser pobres y por su género, hablando en un enfoque integral.

 

Ellas aportan a la sociedad sus conocimientos ancestrales, luchan por sus derechos y se enfrentan sobre todo a la discriminación de los propios connacionales, pero en otras partes del orbe son reconocidas como es debido. Se refleja hoy en el reconocimiento internacional de las actrices de la multipremiada Roma, donde el director destaca el papel de la mujer y plasma el sentimiento al que muchas se contraponen diariamente, la sensación de ser invisibles y superar las adversidades.