Hace tres años que Petróleos Mexicanos, entonces dirigida por Emilio Lozoya, adquirió plantas de fertilizantes por 730 millones de dólares. Ahora busca venderlas porque no tiene dinero, dicen Bloomberg y Reforma hoy. Las empresas son Grupo Fertinal, que compró en 255 millones de dólares, y Agro Nitrogenados, en 475 millones de dólares; además, invirtió otros 36 millones en una planta de amoniaco en Chihuahua.
La estrategia de la petrolera fue cuestionada en su momento por expertos, pues a nivel global se registraba una sobreproducción de urea de 14 millones de toneladas.
Apenas ayer el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, justificó el alza de los precios del combustible, que ha provocado el descontento de la ciudadanía, diciendo que se había acabado la “gallina de los huevos de oro”, en referencia a la petrolera de los mexicanos. Ayer mismo, líderes de opinión, economistas y miembros de la oposición precisaron: no “se acabó”: se lo acabaron por el derroche y la corrupción.
A la inauguración de la planta de amoniaco de Chihuahua, por cierto, asistieron Lozoya, Carlos Romero Deschamps y César Duarte. Los tres acusados de corrupción.