Durante una mesa de trabajo del movimiento “El campo es de todos”, un campesino dormía. Una gorra blanca con la leyenda “Enrique Peña Nieto” le cubría el rostro. Pero el Presidente ni nadie del Gobierno estaba en el encuentro.
“El campo está en el abandono; el hambre está en el campo por la falta de apoyo en la producción alimentaria”, resumió José Narro, dirigente de la Coordinadora Nacional del Plan de Ayala (CNPA).
Ernesto Guevara, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), ironizaba durante la hora de comida del congreso nacional que en el campo se producen los alimentos, pero los campesinos, alrededor de 20 millones, no comen lo suficiente.