Mazatlán.- Desorden administrativo y poco presupuesto se encontró la administración entrante en la Dirección de Bienestar y Desarrollo Social del Ayuntamiento.
Además de que se gastaron casi en su totalidad los veinte millones de pesos presupuestados para el 2018, se incumplieron acuerdos con la Sedatu, por lo que se cancelaron más de 60 obras, entre acciones de pavimentación, agua potable y drenaje en polígonos de pobreza, informó el titular del área, Tonatiuh Guerra Martínez, en el marco de la rueda de prensa “De cara al pueblo”.
“Les puedo decir que de los proyectos 2018 hubo cancelación por parte del municipio en fondos tan importantes como es el Hábitat; había un convenio por 37 millones, de los cuales el municipio iba a poner una parte, se canceló”, explicó el funcionario.
Esta situación trae consigo otra problemática que requerirá para su solución la gestoría directa del alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, ante la Sedatu; pues se corre el riesgo de que la dependencia federal imponga un castigo al municipio, con la reducción del monto de colaboración, e incluso la cancelación de proyectos durante un año.
Ante la falta de recursos, Guerra Martínez, informó que se ha reducido la plantilla de personal del área, además de eliminar el gasto de una nómina extraordinaria generada durante la pasada administración, por el pago discrecional y en efectivo de 90 gestoras sociales.