México avanza por aproximaciones sucesivas a vivir en el cumplimiento de la ley.

La judicialización de muchos actos se incrementan por no cumplir ex-ante lo que establece la ley, lo que impone la ley.

 

En ese camino, no comparto pero respeto a quienes buscan tergiversar lo que es claro y diáfano en nuestro derecho positivo, y claro que los combato con respeto por los caminos que la propia ley me permite.

 

Esta semana compañeros, mexicanos, ha sido y será destacadamente observable por la sociedad, de que estando convencidos de que conducirnos con orden y respeto y bajo el imperio de la ley, nos debemos enterar lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación puso especial énfasis en razón de la reciente sesión en la que rindieron protesta cuatro Jueces de Distrito, en la que el Presidente de la Suprema Corte de Justicia les recordó a los protestantes de ley, tener ESPECIAL cuidado en no violar los derechos inherentes a las personas.

 

Por otra parte, también el día de ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló en contra de la omisión legislativa que dejaba al llamado derecho parlamentario, en lo que para un servidor es la impunidad y eso cambiará absolutamente, sugiero, que en positivo, la materia de Amparo y los vicios arraigados en el Poder Legislativo.

 

Efectivamente, en razón de cumplir lo que la ley establece, me reconozco como senador sin militancia partidista y sin Grupo Parlamentario; la Ley que nos rige y bajo la cual fuimos votados, no reconoce la figura conocida hasta hoy como “senador independiente” para efecto de esta legislatura; sí la reconoce para la que será votada el año que entra.

 

Sirva pues esta ocasión, para que todos aquí tengamos presente lo que establecen los artículos 71 y 72 de la Ley Orgánica del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos y los artículos 25 y 31 del Reglamento del Senado, de tal suerte que se deje de estar violando estas disposiciones legales y sigan en la conformación de grupos parlamentarios contrarios a lo que establecen estas disposiciones.

 

Grato, muy grato recordar inclusive a mis maestros de primaria que ponían especial énfasis en aquella materia que se llamaba lectura y comprensión. No es suficiente la lectura, hay que también tener comprensión.